13 de noviembre de 2012

My suitcase

Cada día me gusta menos hacer la maleta, será porque cada día la tengo que hacer con más frecuencia, cada tres días para ser más exactos.
Y me da pereza, siempre me lo ha dado. Creo que es porque no sé hacerlo en condiciones, pequeña y con lo necesario e imprescinidible. No me decido, no soy previsora, tampoco organizada.



Por eso tardo horas en hacer algo que debería ocuparme unos 15 minutos. Y si hacerla me cuesta, ni os cuento, deshacerla... A veces llega el momento de volver a llenarla, cuando ni siquiera la he vaciado.

Este continuo ir y venir, me gusta, me enseña, me divierte, me hace sentir viva, no hay rutinas, como siempre he querido.

Eso sí, por favor, si alguien tiene un truco para que mi coche no parezaca un mercadillo ambulante que me lo cuente, porque al final habrá más ropa en el maletero que en el armario. (Los que me conocen saben que no miento).

Besitos de Martes viajeros y pequeñas cosas que nos hagan recordar momentos agradables, como aquella maleta, de aquellas vacaciones...


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