Esos días

Esos días en los que sin saber porqué, cuesta más sonreír. Esos en los que me quedaría toda la jornada en cama. Esos días en los que todo es mucho más negro que de costumbre y en los que los problemas con los que habitualmente podemos convivir, son un auténtico desvelo.

Esos días a veces aparecen cuando menos me lo espero.  Pero afortunadamente igual que vienen se pueden ir. Una novela, un bocado dulce, el estribillo de una canción, un mail, una llamada inesperada, un mensaje... un abrazo y sobre todo una sonrisa.

Hacen que se pare el tiempo, que todo encaje, que haya esperanza y sobre todo, que vuelvan las ganas.  Y además, a mí, me recuerdan lo poquito que cuesta, tener sensaciones impagables. Hoy volveré a cama mucho más contenta de lo que salí de ella y todo por una sonrisa.

Y ya casi es viernes!