Verano interminable

Por el título del post se podría pensar que me refiero a los datos económicos, que no nos dan un respiro ni en estos meses de habitual escasez informativa. Pero nada de eso. 

Verano interminable, veranos largos eran aquellos de Junio a Septiembre, con tardes de playa y piscina, juegos al anochecer,  historias de miedo, mermelada de moras, excursiones, helados, cine al aire libre los primeros besos y los amigos, siempre los amigos.

De la huerta

Ahora que de verdad sentimos en Galicia que es verano, ¡por fin!, más de dos días seguidos, nuestros cuerpos nos piden alimentos frescos. Uno de esos tópicos estivales que no pueden faltar.

Las ensaladas, los gazpachos, el salmorejo, los pimientos..., algunos llevábamos meses esperándolos.

Pero no para comprarlos en el supermercado, lo siento por el tan necesario consumo. Yo estaba esperando a traerlos de la huerta.

Y es que esa frase tan en boca de muchos con la crisis, de yo me voy al monte a plantar, tiene más valor de lo que a veces creemos.  Quien tiene una huerta tiene un seguro de vida.

Más que un trabajo

En las últimas horas he recibido una de esas llamadas que te alegran el día, que te hacen recordar muchos momentos, que, claro, te arrancan la sonrisa.
Era uno de mis compañeros de trabajo de Portugal, con el que más tiempo compartí, mi camera man, mi amigo, mi compañero, mi familia... la persona con la que más horas pasaba al día. Y se acordó de mí mientras estaba trabajando, eso también me gustó.

De esos tres años en el país vecino me he traído de vuelta muchas cosas, y los cámaras con los que tuve la oportunidad de compartir aquella experiencia ocupan las primeras posiciones de la lista. Francisco, Joao y Nuno, por orden cronológico, fueron el 50% de mí, cuando mi cabeciña no daba para más, ese porcentaje se multiplicaba.

Driving

Parar y reflexionar, pensar, ordenar las ideas. Debe ser verdad eso de que cada vez vivimos más deprisa y sobre todo, que cada vez dedicamos menos tiempo a dialogar y conocernos a nosotros mismos. Y eso que sienta de maravilla.

Ordenar las ideas, establecer objetivos, descubrir planes, propósitos, un ejercicio saludable.  A veces me descubro a mi misma sonriendo o llorando mientras recuerdo momentos o pienso en planes futuros, y casi siempre me ocurre cuando voy conduciendo.

Remoloneando

Sí, es cierto, este post se ha publicado a una hora poco recomendada y además es Sábado..., (lo que puede significar que poca gente lo lea) pero es que se me han pegado las sábanas y eso me ha hecho sonreír.

Remolonear: Rehusar moverse, detenerse en hacer o admitir algo, por flojedad y pereza.

Pues eso, remolonear, qué gran placer.

Esa sensación de que vuelta y vuelta a seguir durmiendo, o levantarte para preparar el desayuno y ¡volver a la cama para tomártelo!

Ay, remolonear, ¡qué lujo!   

It's Friday

Sí, es viernes, sin más, sólo por eso hoy cuesta menos madrugar, el trabajo o las tareas diarias (que también son trabajo) se hacen menos pesadas, la mañana pasa más rápido y puede que los que estén a tu alrededor estén de mejor humor.

Esa sensación indescriptible de que por delante tienes casi tres días, sólo para ti, para tu vida, ¡casi un hormigueo en el estómago!

Desde hace tiempo, los viernes marcan en mi pequeño mundo, el inicio de unas minivacaciones y cada fin de semana es (casi siempre) una oportunidad de desconectar y dejar volar la mente. ¡Y ese estado mental de minivacaciones funciona!

"El derecho de reír"

Esos pequeños placeres de la vida... casi al alcance de cualquiera (parece que la cultura ha dejado de ser universal), ... la lectura.

Este año muchos no irán de vacaciones, pero podrán seguir viajando, de todos es sabido eso de que un libro es un viaje. Esa sensación de meterte en la vida de los personajes, de no poder parar de leer, de retrasar la llegada al último capítulo ¡porque no quieres que la historia acabe!

Los libros que te marcan, los que puedes releer una y otra vez, aquellos que descubre en una caja o estantería años después y con las mismas palabras crean en ti una nueva historia.

Nos lo creímos

Con todo esto de la crisis, que si una estafa, que si una crisis de valores, a una se le da por reflexionar... y pensar que sí, que ha sido un engaño. Yo me siento engañada porque me creí que aún siendo de familia humilde, si me esforzaba y seguía el camino marcado, podría cumplir mi sueño (profesionalmente hablando)
Y así fue, hasta que un día, esa crisis, te lo arrebata en un momento. Y te sientes "pobre" y te das cuenta de que el esfuerzo no es suficiente.

Matteo, André, Xoán...

A veces, cuando los demás no vemos la luz al final del túnel, cuando pasamos de la indignación a la tristeza y de ella a la decepción y lo peor, a la resignación, vemos, oímos, escuchamos, compartimos, sentimos algo que nos devuelve las ganas de madrugar.

Dicen las madres, que no hay nada más maravilloso en este mundo, que eso mismo, ser madres. Tal y como están las cosas (¿cuántas veces habremos repetido esa frase en el último año?) podríamos pensar que es una locura aventurarse a formar una familia. A mí me parece algo maravilloso, digno de elogio, incluso de reverencia.