17 de julio de 2012

Más que un trabajo

En las últimas horas he recibido una de esas llamadas que te alegran el día, que te hacen recordar muchos momentos, que, claro, te arrancan la sonrisa.
Era uno de mis compañeros de trabajo de Portugal, con el que más tiempo compartí, mi camera man, mi amigo, mi compañero, mi familia... la persona con la que más horas pasaba al día. Y se acordó de mí mientras estaba trabajando, eso también me gustó.

De esos tres años en el país vecino me he traído de vuelta muchas cosas, y los cámaras con los que tuve la oportunidad de compartir aquella experiencia ocupan las primeras posiciones de la lista. Francisco, Joao y Nuno, por orden cronológico, fueron el 50% de mí, cuando mi cabeciña no daba para más, ese porcentaje se multiplicaba.




Será difícil que todo aquello se vuelva a repetir.  Las inacabables horas de espera, los largos viajes, los días sin dormir, las comidas a deshora, las carreras, muchas carreras y los sustos,  para que la información llegara a tiempo. Las sonrisas y las lágrimas, las alegrías y las decepciones. El frío y el calor pasado, las mojaduras, los encierros en la nieve. Es una lista inacabable.

Desde aquel susto en el avión volviendo de Madeira, los golpes en la cámara de quien no nos quería dejar trabajar, los viajes al Algarve, los planes que siempre se torcían, los incendios en nuestras espaldas, las noches de champions...  tantas y tantas historietas...

Hoy la sonrisa me la sacan de nuevo ellos, como tantas otras veces en las que el cansancio hacía mella.
Obrigadao!!

Y a ti, ¿también te han marcado tus compañeros?

Best regards.

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