10 de julio de 2012

Driving

Parar y reflexionar, pensar, ordenar las ideas. Debe ser verdad eso de que cada vez vivimos más deprisa y sobre todo, que cada vez dedicamos menos tiempo a dialogar y conocernos a nosotros mismos. Y eso que sienta de maravilla.

Ordenar las ideas, establecer objetivos, descubrir planes, propósitos, un ejercicio saludable.  A veces me descubro a mi misma sonriendo o llorando mientras recuerdo momentos o pienso en planes futuros, y casi siempre me ocurre cuando voy conduciendo.

Apago la radio, escucho el ruido del motor y de repente mi cabeza vuela (tranquilo no pierdo el control del coche).
 

 Me encanta conducir, me encanta, ¡es una actividad de inspiración! Ya estoy deseando coger el coche otra vez, me relaja y me emociona.

Lo que también relaja y emociona, ¡son las aguas termales! No, no pienses en lo caras que son, si te acercas a Ourense, no olvides hacer una visita a Outariz, es gratis y bueno, muy bueno para la salud. Es mi sonrisa del día, a mi desde luego, me ha funcionado y no he pensado en el viernes negro que se avecina, ni en el paro, ni el salario, ni la indignación...

Y a ti, ¿qué te relaja?













Best regards.

5 comentarios:

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  2. a mí me relaja viajar en tren y pensar que puedo ir a cualquier parte, que puedo perderme entre la multitud o disfrutar de la soledad en silencio ...me relaja ver atardecer y no pensar en nada ... o pensar con calma

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    1. Sí Eva, el tren, a mi me relaja tanto que ese vaivén me hace el efecto nana...
      Y el atardecer, esos segundos en los que el sol se va, son mágicos, verdad?

      ;)

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  3. A mi tambien me relajaba conducir cuando podia pagarme el coche que me gustaba, el gasto de combustible no lo ponía en el epígrafe de "lujos variados", las señales de tráfico te informaban y no eran un prueba de un concurso diabólico de la televisión de la DGT en el que si fallas ¡pagas!.
    Me relajaba conducir cuando sabia que al volver todo estaría mejor que al irme, cuando cambiar una rueda podia ser incómodo pero no suponía una muesca en la Visa , cuando veía la lluvia que caía en los cristales y solo veía lluvia y no amenazantes figuras fantasmales qeu se rien de mi.
    Ahora todo ha cambiado. Mis elevados gastos en antidepresivosprobablemente me obligaran a malvender el coche.
    La locura es, me dijo un experto, unas visión distorsionada de la realidad pero yo no estoy de acuerdo. La locura,lo sé,es ser demasiado consciente de la realidad y contra eso las medicinas son poco efectivas. Aún así él insiste en que me tome las pastillas y que no me salte ninguna toma. En fin.... le haré caso. ¡Cual me toca ahora ...la roja... la verde...Bueno me tomo las dos y ya está.

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    1. Pastillas rojas y verdes! cuidado con la indigestión, de píldoras, que de locura, visto lo visto, nunca hay suficiente!! ;)

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