28 de febrero de 2013

Sonrisas, ¿rítmicas?

Gran parte de mi infancia y adolescencia transcurrieron sobre un tapiz de gimnasia rítmica y hace tiempo que pienso es escribir un post relacionado. Y es que cuando recuerdo esa etapa, claro, sonrío.


Pero hoy más que hablar de mi experiencia, quiero compartir el trabajo, de la que es, en la actualidad, la gran escuela de la rítmica en España, el Club Ritmo. A muchos esto os sonará a chino, pero quizá alguno de vosotros dedica su vida a una pasión. Y cuando digo dedicar una vida, hablo en sentido literal.



Me refiero a luchar un día tras otro por un sueño, contra viento y marea, con determinación, con mucho esfuerzo y aprovechando como nadie los recursos. Sin mirar hacia atrás, enfrentando las críticas y superándose mes tras mes, año tras año.

No, nada me une a este club, sino una enorme admiración, un profundo respeto y un gran cariño a alguna de sus gimnastas y entrenadora con las que tuve la suerte de vivir intensos momentos, ¡hace por lo menos 10 años! Tantos como el tiempo que hace que estoy desligada de todo aquello, pero no por eso dejo de seguir la actualidad de este bello deporte, el más bello. 


Y hay una cita de obligado seguimiento. Diciembre, campeonato de España de Conjuntos, el momento de ver brillar a esas estrellas leonesas (este año más literal que nunca, los que no lo entendáis no os perdáis el vídeo). De alucinar con la técnica de las más jóvenes, de sorprenderse con los arriesgados y originalísimos montajes de Ruth. De admirar la calidad del equipo de primera y sobre todo deleitarse con Lorena y Carmen. ¿Quién ha dicho que más allá de los 25, no hay vida para una gimnasta? Y pensar que cuándo conocí a Carmen, ¡ella estaba retirada! ¡Que ironía! A sus más de 30 años, las dos siguen sumando medallas y récords.


Y verlas en acción, un auténtico placer para la vista y la mente. Cuando ellas ganan, nos dan alas a los demás para seguir luchando por nuestros sueños y cuando vuelven a ganar, nos recuerdan que siempre nos podemos superar, que nunca hay que dejar de intentarlo. Y si fallan antes de volver a triunfar, una lección más de como enfrentar las dificultades.

Esto puede sonar de lo más cursi, hay quien piensa que la gimnasia es un deporte de niñas cursis, un mundo cursi. No señores, es un mundo de luchadoras, de enamoradas y apasionadas, de guerreras.

Este año, estas leonesas,  fueron más noticia que nunca, (desgraciadamente no en los mass media) por introducir luces leds en sus mazas. Toda una revolución, que les privó del primer escalón del pódium. Quizá en unos años, lo raro será ver este aparato sin brillar.

Prepárense para gozar, por lo menos dos minutos y medio. Atención a la reacción del público cuando se giran antes de comenzar y fijaos en el 1:04 cómo está el fondo, nadie se lo quiere perder.




Y si queréis conocer un poquito la historia de este club, no os perdáis este Informe Robinson, el nombre de Carolina Rodríguez tal vez os sea familiar y si no lo es, después de ver el reportaje, ya no lo olvidaréis. 




La rítmica volverá a ser la prota de este blog muy pronto y esta vez quizá os cuente algo más sobre mi o mejor, sobre el Club 2000  ;)

Ah!!  Las fotos, todas, de su blog.


2 comentarios:

  1. Que chulo Raquel! Yo tb compartí tapices contigo y estaba viendo brillar esas mazas este año...pero yo con 30 soy entrenadora,no gimnasta.Lorena y Carmen son admirables! Afortunadamente cada vez las gimnastas permanecen más tiempo en activo.un bico

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  2. Hola Natalia!! Cuánto tiempo ha pasado!. Mucho ánimo y muchas sonrisas!!! -y gracias por tus palabras! En el próximo post sobre gimnasia, las entrenadoras seréis las protas.

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