27 de diciembre de 2012

En Navidad...

En Navidad, volvemos a casa, brindamos, nos reencontramos, otro brindis, otro postre, el ácido úrico, una sorpresa, dos sorpresas, tres amigos, cuatro carcajadas.
 
Hoy son muchos los que dicen que no les gustan estas fechas... Los que no están, los que no llegan, la crisis, la maldita crisis, la aún más maldita soledad y los medios, ¡ay los medios de comunicación con ese falso e hipócrita espíritu navideño, de Laponia al Cono Sur!
Pero a mí, que quieres que te diga, me llena, (no de orgullo ni de satisfacción), me llena, me ilusiona y siempre me sorprende.

Hace ya dos semanas los Reyes me soprendieron en bandeja de oro con su regalo adelantado, el sábado me desconcertó no tener ni una triste pedrea, (como todos los años). El domingo fue un artesano con un regalo mientras arrancaba el coche y me iba de su mercadillo quien me hizo sonreír con su vela eterna, el lunes la cena del Lapuso y la hospitalidad de Chus, cuando ya era Martes, la diversión del post cena de Nochebuena, (nunca falla) y eso que ya estaba de sofá y manta dispuesta a no salir.
 
Y así un día tras otro, también dicen que depende de nuestra capacidad de sorprendernos e ilusionarnos.
 
Me gustan las Navidades, sí, me gustan, así que me voy con mi cara de mico (como dice mamá) a seguir impresionándome.

Ojalá algún día...


 
Best regards & gross bissous!
 
 

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